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UNA APROXIMACIÓN A LOS ORÍGENES DEL COACHING

Consol Iranzo CEO de Karisma

En primer lugar me gustaría explicar por qué he elegido este tema para la presente tribuna. Hoy en día muchas personas están habituadas a escuchar la palabra coaching y tienen una noción más o menos clara de lo que es, cuándo puede ser aconsejable su utilización e incluso cuáles son los resultados que podemos esperar de un proceso de Coaching. Sin embargo, mi experiencia me ha demostrado que, cuando pregunto acerca del origen del coaching, cómo surgió, significado de la palabra, etc., la mayoría de personas aduce un desconocimiento bastante alto.

Considero que al inicio de un proceso de coaching, además de tener presente diversos  aspectos (los motivos por los que la persona quiere realizar un proceso de coaching, cuáles son sus expectativas e  inquietudes, qué nivel de autoconocimiento tiene, qué quiere desarrollar, etc.) y clarificar todas sus dudas y responder a sus preguntas (metodología, tiempo de dedicación y duración y otras muchas cuestiones), la persona que ha decidido realizar un proceso de estas características debería tener conocimiento de los inicios  coaching.

Para explicar sus orígenes, debemos remontarnos a la antigua Grecia donde el filósofo Sócrates (470-399) fue el primero en utilizar y promover el Diálogo como el mejor método para motivar a sus discípulos a alcanzar el conocimiento y la verdad. A esta disciplina la denominó “El Arte de la Mayéutica”, que básicamente consistía en hacerles preguntas para que llegaran por sí mismos a sus propias conclusiones.

La palabra Mayéutica, de origen griego, se traduce como obstetricia, que es la parte de la medicina que se ocupa de la gestación, el parto y el tiempo inmediatamente posterior a éste. La madre de Sócrates, Fainarate, era comadrona y él trasladó el significado médico de esta palabra al ámbito filosófico: El arte de contribuir a dar a luz al humano pensador. Sócrates confiaba en que cada uno de nosotros tiene el conocimiento verdadero y que tan sólo necesita el debate y la motivación para alcanzarlo.

En tiempos más recientes, en los años 70, Timothy Gallwey (San Francisco, California, 1938) estableció una nueva metodología para el entrenamiento y para la búsqueda de la excelencia personal y profesional. Gallwey descubrió que el peor enemigo de un deportista era su propia mente. Su enfoque inicial hacia el campo de los deportes derivó hacia el de los negocios, la educación y también la salud. Su libro más importante es “El juego interior del tenis”.

Gallwey, que fue uno de los primeros en demostrar un método integral de entrenamiento que podía aplicarse en muchas situaciones, acabó dando conferencias con más frecuencia a líderes de negocios en los EE.UU. que a los deportistas. Es considerado por muchos como el Padre del Coaching moderno.

Otra figura fundamental, Sir John Whitmore (Reino Unido, 1937-2017), comenzó su carrera como deportista de automovilismo profesional y, tras dirigir diversas empresas, fundó su propia compañía junto a Timothy Gallwey. Autor de varios libros, cabe destacar “Coaching for Performance” en el que promueve el método GROW. Este libro, mundialmente considerado como referencia en materia de coaching, es el más leído sobre esta disciplina y se ha convertido en una especie de biblia para muchos Coachs.

Whitmore trabajó principalmente para empresas multinacionales privadas y también para el sector público, especializándose en el desarrollo del cambio cultural en las organizaciones como elemento necesario para mantener el ritmo acelerado de las transformaciones que se producen en nuestra sociedad.

En cuanto al significado de la palabra “coaching”, si bien la idea más generalizada es que procede del mundo del deporte (coaching=entrenamiento), hay otras teorías al respecto. Su etimología nos lleva hasta un medio de transporte que se utilizaba entre los siglos XV y XVI en la ciudad húngara de Kocs, que se convirtió en un símbolo de la excelencia en aquella época, ya que disponía de un sistema de suspensión que hacía el viaje mucho más cómodo. El término utilizado para denominar a este carruaje, “kocsi szekér”, fue posteriormente adoptado por otros idiomas: “kutsche” en alemán, “cocchio” en italiano, “coach” en francés y “coche” en español. Cuando el término “coach” pasó a Inglaterra, originariamente se utilizó para nombrar el carruaje, pero a partir de 1850 se empezó a utilizar para designar a la figura del entrenador académico y posteriormente al entrenador deportivo. No es hasta 1980 que se habla de coaching como la herramienta para potenciar el crecimiento y desarrollo de las personas.

En mi opinión, este significado encaja mucho más con la función que realiza un Coach, que es la de transportar a las personas del lugar donde están hasta el lugar donde desean estar. Y, al igual que en el coche, es el conductor el responsable del rumbo, así como de las decisiones y consecuencias que se tomen durante la conducción. El coche en sí no es más que una ayuda, una herramienta que nos permite llegar antes a nuestro destino. El Coach sirve de guía en el proceso del coaching y facilita el desplazamiento del Coachee.



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